domingo, 25 de enero de 2009

Historia mínima: el bebé vasco

Un vasco está bebiendo en un bar de Vigo. Recibe una llamada en su móvil. Descuelga, sonríe de oreja a oreja y ordena una ronda de bebidas para todos los parroquianos porque, anuncia, su mujer ha tenido un típico bebé vasco con un peso al nacer de 11 kilos.
Nadie se puede creer que un recién nacido pueda pesar 11 kilos, pero el vasco se encoge de hombros: "Es la media normal en Euskadi. Como os he dicho, mi niño es el típico bebé vasco".
Las felicitaciones le llueven de todos los que están cerca y se oyeron exclamaciones de "!GUAU¡". Incluso una mujer se desmayó por dolores empáticos.
Dos semanas más tarde el vasco vuelve al bar. El camarero le dice: "Usted es el padre del típico bebé vasco que peso 11 kilos al nacer, ¿No?. Todo el mundo ha estado haciendo apuestas sobre cómo sería de grande en dos semanas. Le íbamos a llamar... Así que, díganos cuanto pesa ahora".
El orgulloso padre responde: "9 kilos".
El camarero está confuso y preocupado: "¿Qué ha sucedido?. El bebé ya pesaba 11 kilos el día que nació".
El padre vasco se toma pausadamente su botella de Keller, se seca los labios con la manga, se cala la txapela, se inclina hacia el camarero y orgullosamente le dice: "Le hemos hecho la fimosis"

martes, 20 de enero de 2009

las carantoñas


Hoy hemos celebrado el primer día de San Sebastian.
Día frío, climatológicamente hablando, pero muy caliente desde el punto de vista de la conviviencia y del encuentro entre paisanos.
Particularmente me gusta más cuando la fiesta es día de diario, más familiar, más para la gente del pueblo.
Raquel, que era la mayordoma, se ha portado muy bien en la loa. Expresión clara y serena, voz firme y con mucho sentimiento, que nos ha hecho gritar, a todos, al final, el VIVA SAN SEBASTIAN de una manera sentida y decidida.
Me resulta curioso observar, año tras año, cómo al contrario que otras tradiciones,que se van perdiendo, la tradición de las carantoñas van cada vez más en ascenso. Muchas carantoñas, muchas regaoras y mucha asistencia.Algo tendrá que ver el apoyo de las instituciones públicas y el buen hacer de los responsables municipales, pero, sobre todo, es el pueblo, el que es consciente de que nuestra tradición hay que conservarla e incrementarla.
Un saludo.